Religión, patria, familia, Estado, habían perdido su valor para mi y no me importaban ya nada; la pedantería de la ciencia, de las profesiones, de las artes, me daba asco; mis puntos de vista, mi gusto, toda mi manera de pensar, con la cual en otro tiempo había sabido brillar como un hombre de talento y admirado, estaba ahora olvidada y en abandono y era sospechosa a la gente.
El Lobo estepario, Hermann Hesse
No hay comentarios:
Publicar un comentario