sábado, 9 de febrero de 2013

Sueño

Iba yo montado sobre
un macho cabrío.
El abuelo me habló
y me dijo:

Ese es tu camino.
"¡Es ése!", gritó mi sombra,
disfrazada de mendigo.
"¡Es aquel de oro!", dijeron
mis vestidos!
Un gran cisne me guiñó,
diciendo: "¡Vente conmigo!"
Y una serpiente mordía
mi sayal de peregrino.

Mirando al cielo, pensaba:
"Yo no tengo camino.
Las rosas del fin serán
como las del principio.
En la niebla se convierte
la carne y el rocío.

Mi caballo fantástico me lleva
por un campo rojizo."
"¡Déjame! », clamó, llorando,
mi corazón pensativo,
Yo lo abandoné en la tierra,
lleno de tristeza.
Vino
la noche llena de arrugas
y de sombras. 

Alumbran el camino,
los ojos luminosos y azulados
de mi macho cabrío.

Federico García Lorca

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